Jornada de Responsables en Madrid: “El ECYD deja de ser una actividad de viernes por la tarde cuando descubres que es algo del Señor para cambiar el mundo”
Los chicos y chicas del ECYD de Madrid celebraron su jornada de responsables durante el fin de semana el 27 y 28 de febrero. Durante las jornadas, los jóvenes pudieron tener momentos de oración, formación y encuentro entre ellos. Mariana Espinosa de los Monteros es una de las chicas que ha participado en el encuentro y ha querido compartir su testimonio con nosotros. Comenta que, cuando uno comprende el ECYD y lo vive en su totalidad, se convierte en un estilo de vida. “Deja de ser una simple extraescolar o actividad de viernes por la tarde cuando verdaderamente entiendes que es una herramienta del Señor para cambiar el mundo, empezando en casa, en el colegio o con nuestras propias familias”, ha comentado. Mariana Espinosa de los Monteros, Pepe De la Infiesta y Javier Hoyos son tres jóvenes que han participado en la jornada de formadores y han querido compartir su testimonio con nosotros.
Mariana ha reconocido en su testimonio que, a pesar de la situación del coronavirus, asistir a la jornada fue “una bendición” desde las 10 de la mañana hasta el fin de la misa de la tarde. “Me sirvió para recargar pilas y sobre todo para aprender lo máximo posible de todas y cada una de las actividades que hicimos”. Pepe De la Infiesta es otro de los jóvenes que ha participado en la jornada de formadores: “Yo venía porque me consiguieron convencer, pero no me apetecía porque además tenía que estudiar, y alguna otra excusa me inventé”, ha reconocido. Sin embargo, ahora ha explicado que no se arrepiente “para nada”.
Yo venía porque me consiguieron convencer, pero no me apetecía porque además tenía que estudiar, y alguna otra excusa me inventé. Ahora no me arrepiento para nada de haber participado.
El ECYD, un estilo de vida
Javier Hoyos, otro de los jóvenes que ha participado en la jornada, ha explicado también que el ECYD es un modo de vivir: “El ECYD es un estilo de vida, y sí con mayúsculas y con cada una de sus letras. Son unas gafas que nos ponemos con las que miramos de una manera nueva y diferente, con la mirada de Dios”, ha explicado. Este joven ha comentado que, aunque pueda parecer “ridículo”, no puede estar más seguro de ello. “ Al ponernos las gafas, miramos al mundo con felicidad porque sabemos que todo tiene sentido. Nuestras vidas tienen sentido porque Jesús está entre nosotros”, ha explicado. Por otro lado, ha afirmado que con estas gafas ellos se convierten en los mandados, en los apóstoles de Dios, para hacer lo que esté en sus manos para cambiar el mundo. “Somos mandados por Él para que hable al mundo a través de nosotros. Cuando nos pregunten por qué lo hacemos responderemos sin miedo, ‘por amor’, porque como bien dice la canción ‘porque amar es entregarse”, ha explicado Javier.
Nuestras vidas tienen sentido porque Jesús está entre nosotros
Por su parte, Pepe ha explicado que las charlas fueron “muy constructivas”. “Tuvimos un pequeño descanso en el que comentábamos lo que nos había parecido con nuestros amigos”, ha dicho también. Por otro lado, ha recordado la que más le marcó. “Se llamaba las 16 personalidades. Me parece que es algo que te ayuda a conocer a los demás, a aceptar y comprender sus imperfecciones y consecuentemente a amar más”. Por otro lado, Mariana ha afirmado que aunque este año haya sido una jornada diferente, cree que ha sido especial. “Ver a jóvenes normales, de tu edad, con tus mismas preocupaciones y objetivos te hace darte cuenta de la bendición que es no estar solo en esta tarea tan importante de acompañar a través de los 6 años de ECYD a todos los niños. Además, estos son bendiciones de las que yo personalmente aprendo muchísimo”, señala.
Pepe ha comentado que todas las charlas han ayudado mucho. “Todo lo que hemos tratado son cosas que o no pensábamos mucho durante nuestros encuentros con los niños del ECYD o que no sabíamos llevar a cabo bien y no sabíamos cómo arreglar este gran problema”, ha dicho. Alguno de los temas eran la disciplina, el hacer buenas dinámicas o el saber qué decir. “En las charlas vimos que los chavales son fundamentales para nuestra misión como responsables.”, ha concluido Pepe.
Entregarse a los demás y abandonarse en Cristo
Mariana ha explicado también que las charlas le ayudaron a ver que no están solos en esta misión, sino que hay mucha gente buena y capaz “remando en el mismo sentido” que ellos. “Nosotros somos un simple instrumento mediante el cual el Señor llega a los más jóvenes. Esto me hace querer ser día a día un poco más de Dios, entregándome a mis niñas completamente y abandonándome en Él”. Javier también ha coincidido con Mariana y ha reconocido que lo más importante para él, siendo parte del ECYD, es lo siguiente: “Nosotros somos los instrumentos de Dios para llegar al mundo”.
Por otro lado, Javier ha reconocido que gracias a esta experiencia, se le ha caído “la venda de los ojos” y se ha dado cuenta de que Dios ha estado a su lado todo este tiempo. “Ahora yo te digo esto: ten dudas, tropiézate una y otra vez, equivócate, porque Jesús siempre estará al lado tuyo para asegurarse de que no te hundas. Como bien dice la canción que más me ha marcado en esta experiencia, Cuerda Auxiliar: ‘Y dime si seré capaz de cruzar el mar que nos separa sin naufragar’. No sé si seremos capaces de cruzarlo o no, pero sé que Él no dejará que nos hundamos, y que cada vez estaremos más cerca de la orilla”, ha contado en su testimonio.
Ten dudas, tropiézate una y otra vez, equivócate, porque Jesús siempre estará al lado tuyo para asegurarse de que no te hundas
«Que las niñas vean al Señor a través de nosotros»
Mariana también ha considerado que la jornada ha sido un recordatorio de cómo los responsables están llamados a ser lo que ellos, con la edad de los niños, necesitaban. También ha reconocido que su mayor logro como responsable es que las niñas vean al Señor a través de ellos, de los encuentros, las actividades, las adoraciones… “No hay mayor bendición que llevar la voluntad de Dios a nuestro día a día y adaptarla a las situaciones de vida diaria. Es verle como un amigo y no como algo lejano al que solo le rezo cuando necesito algo”.
Gracias a la jornada de responsables, Javier ha podido darse cuenta de lo “afortunados” que pueden llegar a ser y de la suerte que tienen de que Dios les haya puesto en este camino: “Me he dado cuenta de que todo lo que hemos logrado ha sido gracias a Él, y lo más importante, porque Dios ha querido que pasase. Porque sí, todo pasa por una razón, todo está en sus planes”.
No se trata de hacer cosas grandes, sino de hacer grandes todas las cosas
Por otro lado, Mariana ha asegurado que el encuentro le ha servido para ver que todos los responsables tienen el mismo objetivo y que no es hacer grandes cosas, si no hacer grandes “todas las cosas”. “Tenemos los medios para cambiar el mundo y no tengo dudas de que lo vamos a conseguir porque ya está pasando, nos hemos convertido en apóstoles del siglo XXI”, concluye.